Nuestra piel es el órgano del cuerpo que es el testigo más visible de lo que vivimos, de cómo nos cuidamos y del paso del tiempo. Precisamente por su exposición, es uno de los más sensibles a las lesiones provocadas por elementos externos a nosotros. Y, aunque a veces lo olvidemos, requiere muchos cuidados.
Es habitual que aparezcan manchas o diferentes lesiones en la piel, entre ellas esos puntos rojos conocidos como “puntos rubí”.
Qué son los “puntos rubí” o puntos rojos que aparecen en la piel
Por el aspecto de estos puntos rojos, pueden parecer puntos que contienen sangre. En realidad, según Guillermo Melgar, son: “un tipo de lesión cutánea benigna asociada a la edad. El término médico para ellos es «angioma senil». Aparecen como pequeñas lesiones rojizas y puntiformes”.
También se les conoce como ‘Puntos Campbell de Morgan’. Según la investigación indicada por María Elena Arnáiz-García y su equipo, sería la forma de angiomas más frecuente que existe. Como especifica este autor, fueron descritas por primera vez por el cirujano británico Campbell de Morgan en el siglo XIX, de ahí su nombre.
Aunque pueden aparecer en cualquier momento de la vida, y es posible que la mayoría de nosotros tengamos uno en algún momento, lo habitual es que aparezcan a partir de los 30 años. Según la investigación de Arnáiz-García: “a partir de la quinta década en adelante, prácticamente todas las personas tienen este tipo de lesiones en mayor o menor número.”
Cuáles son las causas de la aparición de puntos rubí
La etiología de los puntos de rubí sigue sin estar clara por el momento, pero existen varias causas posibles. Según Guillermo, “parece que tienen cierta predisposición genética y, por lo general, aparecen espontáneamente con la edad. Otras causas de su aparición son la exposición a ciertos químicos o algunas enfermedades sistémicas”.
Además, como indica la investigación de María Elena Arnáiz-García, existen diferentes alteraciones en los mecanismos de angiogénesis y vasculogénesis que pueden influir en la aparición local de estos angiomas. Además de lo que nos cuenta Melgar, el estrés también puede ser otro factor que contribuya a su aparición.
¿Cómo se tratan estas manchas rojas o “angioma senil” en la piel?
El principal problema de los angiomas seniles es que pueden no gustarnos demasiado estéticamente. No obstante, como indica Melgar: “al tratarse de lesiones benignas, su tratamiento es facultativo”. En cualquier caso, si optamos por intentar eliminarlo o tratarlo, existen varias opciones.
El farmacéutico nos cuenta que: “el tratamiento para su eliminación es bastante específico: la electrocoagulación, la crioterapia o la aplicación de láser o luz pulsada ayudan a eliminar las lesiones”.
Si decidimos hacerlo, Melgar nos cuenta que estos tratamientos ayudan a eliminar las lesiones de forma definitiva. Así, si son demasiado antiestéticos o molestos, podemos confiar en que el tratamiento nos ayudará a eliminarlos.
Fuente: medicalnewstoday.com
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